27 jun 2008

La hierba china "Wu-Wei-Zi" ayuda a curar el hígado graso

Este texto es una adaptación al español del artículo periodístico original escrito por Jörg Zittlau, y publicado el 26 de junio del 2008 en la sección de salud del periódico alemán "Die Welt".

"Hierba china puede curar el hígado graso"

"El hígado crece en función de sus tareas" -así se llama el título del record de ventas del médico y cabaretista Eckart von Hirschhausen-. Una expresión que suena superficial, y que sin embargo contiene mucho de verdad. Ya que nuestro órgano más importante para el metabolismo y la desintoxicación tiene de hecho tendencia a crecer cuando se encuentra bajo el efecto del estrés. El alcohol y el sobrepeso son las razones principales. En Alemania cada vez más personas sufren de hígado graso. Como consecuencia del abuso permanente de alcohol, el hígado puede aumentar tres veces su tamaño -un salto más que considerable-. Esto, a diferencia del aumento de tamaño de un músculo entrenado, no es una buena señal, ya que puede desembocar, si no se reconoce a tiempo, primero a una combinación de hepatitis e hígado graso, y después al extremo del daño hepático, la notoria cirrosis -que no raramente conduce a la muerte-. Entretanto, el hígado graso es una de las más frecuentes enfermedades.

En Estados Unidos se encuentra en uno de cada tres adultos y en Alemania las cifras muestran la misma tendencia. Eso fue el resultado de un estudio realizado en una región del norte de Alemania, Mecklenburg-Vorpommern, que reveló que allí más de uno de cada cinco adultos padece de hígado graso. Una tendencia fatal, también con un alto precio económico. “Los pacientes con hígado graso causan aproximadamente 26% más gastos que los individuos sin este diagnóstico”, aclara el médico internista Henry Völzke de la universidad alemana de Greifswald. Esto se debe a que la crisis hepática conlleva el sufrimiento de otros sistemas de órganos. Así, Völzke avisa de un mayor riesgo de diabetes e infarto de miocardio. Por ello, el hígado graso no es en absoluto un diagnóstico banal como antes se consideró.

Las causas son claras: en países industrializados de un 30 a un 50% de todas las enfermedades hepáticas son causadas por el alcohol. Como valor límite peligroso se establece un consumo diario de 20 (en mujeres) y 40 (en hombres) gramos de alcohol, que equivale a 0,5-1 litros de cerveza o 0,2-0,4 litros de vino. Junto al consumo de alcohol, la falta de movimiento y la ingesta excesiva de comida constituyen los principales factores de riesgo. Esto aclara no sólo las altas cifras de hígado graso en EEUU, sino también, como enfatiza el médico internista Christian Datz del hospital Obendorf en Salzburg, la cifra en aumento de niños que padecen la enfermedad. “En total hay que contar con que el 75% de las personas obesas padecen hígado graso“, avisa Datz. El deporte y una dieta baja en grasas, junto con la abstinencia de alcohol, son las principales medidas preventivas y terapéuticas de la enfermedad.

Por otra parte, hay pocos medicamentos que funcionan para el hígado graso. El ácido ursodesoxicólico, utilizado para los cálculos biliares, se consideró durante mucho tiempo como una gran esperanza, pero recientes trabajos de investigación, dice el médico internista Datz, hacen disminuir la euforia. A cambio, en los últimos años aumentan los indicios de las propiedades protectoras hepáticas de „Wu-Wei-Zi“, una planta curativa de la medicina tradicional china, que entretanto existe además en farmacias occidentales. Sus frutos contienen los llamados “lignanos”, que incluso pueden limitar la inflamación en el caso de una forma avanzada de hepatitis combinada con hígado graso. Sus efectos positivos en la regeneración del tejido hepático fueron demostrados asimismo mediante la investigación en laboratorios.

Y todavía más: gracias a intervenciones tempranas pueden esperar los pacientes con hígado graso, no padecer ningún daño permanente y recuperar la salud al 100%. Ya que, al contrario que la cirrosis hepática, es su enfermedad reversible. Siempre y cuando su problema sea reconocido a tiempo. Pero esto no es fácil, en la medida que el hígado graso es en general „silencioso“ y sólo raramente causa síntomas, como cansancio, disminución del rendimiento, y sentimiento de presión en la parte derecha del epigastrio - parte central y superior del abdomen-. El médico internista Völke reclama, tanto en el caso de pacientes de riesgo como en el de pacientes obesos „La implantación, más frecuente que hasta ahora, del diagnóstico mediante la técnica de ultrasonidos”.

(http://www.welt.de/wissenschaft/medizin/article2150309/
Chinesisches_Kraut_kann_Fettleber_heilen.html)

26. Juni 2008, 15:42 Uhr
Von Jörg Zittlau
Gesundheit

Chinesisches Kraut kann Fettleber heilen
"Die Leber wächst mit ihren Aufgaben" – so heißt der Bestseller des Mediziners und Kabarettisten Eckart von Hirschhausen. Ein flapsiger Spruch, der jedoch viel Wahres hat. Denn unser wichtigstes Stoffwechsel- und Entgiftungsorgan neigt tatsächlich dazu, unter Stress größer zu werden. Alkohol und Übergewicht sind die Hauptursachen.
In Deutschland leiden immer mehr Menschen an einer Fettleber. Unter ständigem Alkoholmissbrauch kann sich das Volumen der Leber verdreifachen – ein beachtlicher Größensprung, der jedoch im Unterschied zu trainierten Muskeln kein gutes Zeichen ist. Denn er mündet, sofern nicht rechtzeitig erkannt, erst in der Fettleber-Hepatitis, und dann in das umgekehrte Extrem der Leberschrumpfung, der berüchtigten Zirrhose – die führt nicht selten zum Tod führt.
Die Fettleber gehört mittlerweile zu den häufigsten Erkrankungen überhaupt. In den USA findet man sie bei etwa jedem dritten Erwachsenen, und in Deutschland zeigen die Quoten in ähnliche Richtungen. So ergab eine Studie in Mecklenburg-Vorpommern, dass dort mehr als jeder fünfte Erwachsene eine Fettleber hat.

Ein verhängnisvoller Trend – mit auch finanziell hohem Preis. „Patienten mit Fettleber verursachen um rund 26 Prozent höhere Kosten durch ärztliche Behandlungen als Menschen ohne diesen Befund“, erklärt Internist Henry Völzke von der Universität Greifswald. Hinzu kommt, dass die Leberkrise auch andere Organsysteme in Mitleidenschaft zieht. So warnt Völzke vor dem erhöhten Risiko für Diabetes und Herzinfarkt. Fettleber sei deshalb keineswegs „ein banaler Befund ohne Krankheitswert, wie früher angenommen wurde“.

Die Ursachen sind klar: In den Industrieländern werden 30 bis 50 Prozent aller Lebererkrankungen durch Alkohol verursacht. Als schädlicher Grenzwert gilt der tägliche Konsum von 20 (bei Frauen) und 40 (bei Männern) Gramm Alkohol, das entspricht 0,5 bzw. 1 Liter Bier oder 0,2 bzw. 0,4 Litern Wein.

Neben dem Alkoholkonsum gehören Bewegungsmangel und übermäßiges Essen zu den Hauptrisikofaktoren. Dies erklärt nicht nur die hohen Fettleberquoten in den USA, sondern auch, wie Internist Christian Datz vom Krankenhaus Oberndorf bei Salzburg betont, die zunehmende Zahl an betroffenen Kindern. „Insgesamt ist bei 75 Prozent der Übergewichtigen mit einer Fettleber zu rechnen“, warnt Datz. Sport und fettreduzierte Diäten gehören daher neben dem Alkoholverzicht zu den die wichtigsten Vorbeuge- und Therapiemaßnahmen der Erkrankung.

Wirksame Medikamente gegen die Fettleber gibt es hingegen nur wenige. Das Gallenstein-Mittel Ursodeoxycholsäure (UDCA) galt lange als große Hoffnung, doch jüngere Forschungsarbeiten, sagt Datz, „dämpften die Euphorie“. Dafür häufen sich in den letzten Jahren Hinweise auf eine Leberschutzwirkung von „Wu-Wei-Zi“, einer Heilpflanze der Traditionellen Chinesischen Medizin, die es mittlerweile auch in hiesigen Apotheken gibt. Ihre Beeren enthalten sogenannte Lignane, die sogar noch Entzündungen der fortgeschrittenen Fettleber-Hepatitis eindämmen können. Im Laborversuch wurden auch positive Effekte auf die Regeneration von geschädigtem Lebergewebe nachgewiesen.

Immerhin: Bei rechtzeitigem Einschreiten dürfen Fettleber-Patienten hoffen, keine bleibenden Schäden zu behalten und wieder hundertprozentig gesund werden. Denn im Unterschied zur Leberzirrhose ist ihre Erkrankung reversibel. Vorausgesetzt, dass man ihr Problem rechtzeitig erkennt. Doch das ist nicht einfach, insofern die Leberverfettung meistens „still“ verläuft und nur selten Symptome zeigt wie Müdigkeit, Leistungsabfall und Druckgefühl im rechten Oberbrauch. Völke fordert, bei Risikopatienten wie stark übergewichtigen Menschen „Ultraschalluntersuchungen der Leber häufiger zur Vorsorge einzusetzen als bisher“.

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