Siempre he tenido la piel muy blanca, y nunca me protegí debidamente del
sol, al menos durante mi niñez y adolescencia. Hace un par de semanas noté una
mancha cutánea de unos 5-10 mm de diámetro aproximadamente, creciendo en
relieve a un ritmo vertiginoso en mi espalda, de color oscuro. Me asusté,
evidentemente, y acordé una visita a mi dermatóloga, que aplazó el encuentro unas semanas, por tener su agenda llena. Este descubrimiento de la mancha tuvo lugar
a la par que otra mancha con relieve que tenía en el hombro, más pequeña pero
que también crecía con rapidez, comenzó a sangrar, probablemente por el roce de
la ropa.
De modo instintivo, tomé una solución alcohólica (tintura) de própolis, de un color
casi negro, y la apliqué con un algodón. Lo lógico hubiera sido desinfectar únicamente
con alcohol, pero al ir a buscarlo encontré casualmente la tintura de própolis, y sentí que sería un remedio aún más eficaz para desinfectar la
zona. Sabía que el própolis de las abejas tiene propiedades antibacterianas,
antifúngicas y antivíricas. Las abejas, además, me caen bien, son unas
trabajadoras incansables que fabrican miel, polen, própolis y jalea real y constituyen una fábrica biológica magnífica. Al
día siguiente repetí la operación, en realidad sin entender muy bien por qué lo
hacía, al menos de modo consciente. Procedí de este modo durante 3-4 veces, lejos de esperar lo que sucedería más tarde.
Cuál fue mi sorpresa cuando la pequeña protuberancia oscura se cayó, así,
literalmente. Ahora mismo no queda ni rastro, sólo un ligerísimo color rosado y
un relieve casi imperceptible. En cuanto a la de la espalda, también comenzó a
caerse con el roce de la toalla después de la ducha, por lo que seguí aplicando
el própolis, esta vez dejando un algodón con el líquido, sujeto con un
esparadrapo hipoalergénico, gracias a lo que también ha (casi) desaparecido. A
veces el instinto nos guía, los perros toman hierbas del campo sin saber muy
bien por qué, lo hacen, y eso les ayuda a purgarse. Supongo que actué con el
instinto de un perro, lo cual en cierto modo me enorgullece.
Lo acontecido me ha llevado a querer profundizar en la naturaleza de las
verrugas cutáneas y en propiedades del própolis. El virus del papiloma humano
(VPH) es un virus que está implicado en neoplasias benignas y
malignas. Las verrugas suelen eliminarse mediante terapias destructivas tales
como ácido salicílico, ácido tricloroacético, crioterapia (congelación mediante
nitrógeno líquido), etc. ¿Podría ser que el própolis ayude a eliminar el virus
de las verrugas?. No he encontrado ninguna publicación que describa el
tratamiento de las verrugas cutáneas mediante própolis por vía externa (también
llamada vía tópica). Sin embargo, sí que
he encontrado un estudio clínico del 2009, de una duración de tres meses y
publicado en el “International Journal of Dermatology”, en el que se evaluó el
efecto de própolis o equinácea, administrados
de forma oral, para combatir las verrugas. Se investigaron el própolis y la
equinácea, por ser inmunomoduladores seguros y con propiedades antivirales. En
pacientes con verrugas planas y comunes tratadas con própolis, en un 75% y 73%
de los casos, respectivamente, desaparecieron las verrugas. Estos resultados
fueron significativamente mejores que los obtenidos con la toma de la planta equinácea
(que estimula el sistema inmunitario) o un placebo (control). Los
autores concluyen que el própolis constituye una terapia segura y efectiva para el
tratamiento de las verrugas (Zedan, 2009).
Me ha sorprendido no encontrar más datos científicos publicados sobre la
eficacia del própolis para el tratamiento de las verrugas, así que he decidido
extender mi búsqueda a otro tipo de virus que afectan a la piel, como el virus
del herpes simple (herpes simplex virus,
HSV), causante de herpes labial. En un
estudio realizado por investigadores del Departamento de Virología de la
Universidad de Heidelberg (Alemania) en el 2010, se analizó el efecto del
própolis in vitro (es decir, en
estudios que no se realizan en animales ni humanos, sino en células), contra el
virus del herpes simple tipo 1 (herpes simplex virus, HSV-1). Los
autores concluyen que los extractos del própolis podrían ser adecuados, mediante
aplicación tópica, contra la infeción cutánea por el virus del herpes (Schnitzler,
2010).
Otro estudio, realizado mediante una
colaboración entre varios Departamentos de Dermatología de Hospitales de
Eslovaquia y la República Checa, en condiciones “doble ciego” (en los que ni los
pacientes ni los médicos saben qué producto se está aplicando, hasta después de
analizar los resultados), se probó una crema de labios con extracto de própolis
a una concentración del 0,5% y esta crema resultó más
eficaz que una crema que contenía 5% de aciclovir –el antivírico convencional
para el tratamiento del herpes labial- para el tratamiento del herpes labial en fase vesicular (Jautová, 2018). Resultados similares fueron encontrados por otros
laboratorios, para tratamiento del herpes labial en el estadío eritematoso-papular
(Arenberger, 2017).
Esta es una pequeña incursión en la
vasta literatura científica que demuestra los efectos antivirales del própolis.
Las abejitas no dejan de sorprendernos, cuidémoslas más de lo que lo hacemos,
evitando en el planeta el uso de insecticidas que las dañan y las están
diezmando.
Este relato no pretende
sustituir la opinión médica, por favor, visite su dermatólogo con regularidad
para evitar y tratar las afecciones cutáneas.
Bibliografía
Arenberger P, Arenbergerova M, Hladíková M, Holcova S, Ottillinger B.
(2017). “Comparative Study with a Lip Balm Containing 0.5% Propolis Special
Extract GH 2002 versus 5% Aciclovir Cream in Patients with Herpes Labialis in
the Papular/Erythematous Stage: A Single-blind, Randomized, Two-arm Study.” Curr
Ther Res Clin Exp. 14;88:1-7.
Jautová J, Zelenková H, Drotarová K, Nejdková A, Grünwaldová B, Hladiková
M. (2018). “Lip creams with propolis special extract GH 2002 0.5% versus
aciclovir 5.0% for herpes labialis (vesicular stage) : Randomized, controlled
double-blind study.” Wien Med Wochenschr. Nov 7.
Schnitzler P, Neuner A, Nolkemper S, Zundel C, Nowack H, Sensch KH,
Reichling J.
(2010). “Antiviral activity and mode of action of propolis extracts and
selected compounds.” Phytother Res. 24 Suppl 1:S20-8.
Zedan H, Hofny ER, Ismail SA. (2009). “Propolis as an alternative treatment
for cutaneous warts.” Int J Dermatol. 48(11):1246-9.