Hoy sin televisión supe,
que Vicente está malito,
y hoy de pronto recordé,
los días que estuve a su ladito.
Su paso tranquilo y pausado,
su mirada luminosa,
su acojida, su descaro.
Hoy recordé sus palabras,
“aquí me quedo” “aquí hago”,
pues moverse tanto diluye,
la fuerza para el trabajo.
¡Ay Vicente! Te doy gracias,
por permitirme el contacto,
con tus ojos bondadosos,
con tus pies, que iban volando.
Ahora Vicente caminas,
por senderos no explorados,
y si decides marcharte,
las trompetas están esperando.
Cuántos ángeles te aguardan,
con saris, colores,
sabores, ¡todos bailando!,
con sonrisas tan bonitas,
como las que en tu tierra avistas.
La India, tú lo has logrado,
y los que te han tocado,
quedaron prendados,
del amor que a tantos has dado.
Es tan contagioso Vicente,
el milagro que, como el muro anunció,
se produjo con los años…
26 mar 2009
VICENTE FERRER
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